Seguro que todos y en casi todas las entradas de nuestras casas hemos tenido el clásico taquillón castellano o lo hemos visto en las casas de las abuelas, yo desde que tengo uso de razón lo he visto en la mía, y como no, me decidí a darle una segunda oportunidad.
La pena que no tengo fotos de como era antes, pero puedo decir que la madera original era oscura, color caoba, y en principio pensé quitarle los dos cuarterones que tenía tallados de los romanos pero destrozaba el mueble así es que lo dejé tal cual estaba.
La pena que no tengo fotos de como era antes, pero puedo decir que la madera original era oscura, color caoba, y en principio pensé quitarle los dos cuarterones que tenía tallados de los romanos pero destrozaba el mueble así es que lo dejé tal cual estaba.
Proceso:
- Primeramente lijar la madera y limpiar bien el polvillo que suelta
- Después una mano de imprimación para poder adherir más tarde las siguientes manos de pintura ya que esta sirve de base, una vez aplicada dejar secar.
- Aplicar dos o tres capas de pintura acrílica, dejando secar entre una y otra, yo en este caso utilicé un color marfil.
- Para darle un toque rústico al acabado fui dado a todo el taquillón betún de judea empapando en un trapo poco a poco, y retirado el exceso con otro paño, incidiendo con una brocha untada en el betún en las zonas donde quería oscurecerlo más, es decir entre los relieves. Si os pasáis con el betún y al retirarlo sigue quedando oscuro y preferís un tono más claro, le pasáis el paño untado en cera y así conseguís retirar el exceso.
- Por último apliqué una mano de barniz
Como lo hice hace tiempo no tengo fotos del interior, pero los cajones y el interior están forrados con papel adhesivo (aeronfix). También se puede forrar con papel de empapelar.
Los herrajes y tiradores dejé los originales y los pinté pero podéis cambiarlos y así darle otro aire.
Proceso terminado:
Proceso terminado:
No hay comentarios:
Publicar un comentario