Tenéis una vieja sartén y la vais a tirar?...no lo hagáis, darla una segunda oportunidad y conviértela en un bonito elemento decorativo de tu cocina.
- por supuesto una sartén vieja
- pinturas acrílicas de color negro y oro
- betún de judea
- barniz brillo o mate
- cromos o pegatinas
Que la hacemos?
Muy sencillo: primeramente la limpiamos bien de los restos que pueda tener y si hay que lijarla un poco se le pasa una lija suave para quitar asperezas.
Después la pintamos de color negro con un pincel intermedio o si alguien prefiere puede usar spray en pintura pero yo me decanto por los pinceles.
Después con la pintura color oro o dorado y con un pincel más fino se pinta el borde de la sartén y el mango como en la foto.
Cuando esté seca, se pegan con pegamento normal, unos "cromos" o pegatinas del motivo que a uno le guste, yo en este caso he elegido frutas y las he puesto alrededor.
Después con un trapo untado en betún de judea, se pasa un poco sólo por las zonas que uno quiera envejecer, no demasiado, porque pecaríamos de dejarlo muy oscuro, yo he resaltado el mango de la sartén y el borde.
Y por último una manita de barniz para fijarlo mejor, yo prefiero en spray, que me resulta más cómodo y práctico.
Y ya está...lista para adornar en cualquier rincón. ¿os gusta?
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